En 2004, nace Al Forno, un restaurante pizzería que en su momento revolucionaría la comida italiana y el tipo de pizzas que se conocían en Quito, Ecuador. Hoy se cumplen 20 años, seis locales, más de sesenta empleados, un centro de producción y una clientela fiel que ha conocido y amado nuestra gastronomía generación tras generación.
Esta historia empieza con Santina Rosano y Santo Norata quienes llegaron a Quito en 1994 por turismo, pero se “enamoraron del cielo quiteño”, decidieron empacar la vida que tenían en para embarcarse en una aventura y venir a vivir a Quito. Una vez establecidos y con ganas de salir adelante comienzan a emprender en el mundo de la gastronomía. Tuvieron varias experiencias con restaurantes antes, pero en octubre del 2004 deciden abrir Al Forno en la zona de la Mariscal.
Al Forno nace con la idea de ofrecer una pizza italiana en horno a leña de un solo ingrediente, masa delgada ligera con productos siempre frescos, un producto nuevo en el mercado ecuatoriano. La unión entre Santo quien era apasionado por la gastronomía y Santina, la mente maestra detrás del negocio y administración, fueron la combinación magnífica con la que juntos y con arduo trabajo lograron formar la empresa que es hoy Al Forno.
Así es como después de pocos años en el 2007 nació el local de la Bélgica y Shyris. Local que como muchos conocieron fue de los más importantes en la historia de Al Forno. Con el tiempo surgieron nuevos locales como el de la Av. Brasil, Floresta, Cumbayá y Puembo, y en el 2023, en mayo, después de tener que cerrar el icónico local de la Bélgica, se inaugura el local CIESPAL seguido por El Tingo Campestre en septiembre, los cuales han tenido una magnífica aceptación del público. Ahora con 6 locales, Al forno se ha convertido en más que solo un restaurante entre los muchos. Con esfuerzo, constancia, productos de alta calidad, y la atención cálida de Santina, es toda una experiencia completa y única. Este 2024 se cumplen 20 años siendo una marca liderada por Santina Rosano, una talentosa mujer que se ha convertido en una de las mayores exponentes de la gastronomía italiana en el Ecuador y que ahora camina de la mano para seguir creciendo e innovando ahora con el apoyo de su hija Anna Norata.